EL PIOJO
La pediculosis, o presencia de piojos en la cabeza, es una afección que aunque no entraña ningún riesgo para nuestra salud, puede ser muy molesta y difícil de erradicar sino se trata debidamente. Es una de las afecciones más comunes del ser humano después de los catarros y resfriados y aunque niños, niñas y adolescentes son los que principalmente la padecen, puede afectarnos a todos.
Los piojos no son característicos de ninguna clase social ni consecuencia de la falta de higiene. El único requisito es tener pelo!
Los piojos llevan con nosotros desde siempre, miden entre 2—4mm y para ser tan pequeños son muy astutos y persistentes. Se alimentan de nuestra sangre y han sabido evolucionar haciéndose cada vez más resistentes.
PARA GANAR LA BATALLA A LOS PIOJOS ES FUNDAMENTAL CONOCER SU CICLO DE VIDA.
LIENDRE
Es el huevo del piojo. Son de color grisáceo, casi transparentes. Están fuertemente adheridas al pelo, muy próximas al cuero cabelludo. Son diminutas y difíciles de localizar. Las liendres no se contagian.
NINFA
Es un piojo no maduro, podríamos llamarlo el bebé del piojo. Aún no tiene capacidad para reproducirse pero en aproximadamente 8 – 10 días desde su nacimiento se convertirá en adulto y podrá empezar a poner huevos. Las ninfas difícilmente cambian de cabeza ya que son demasiado frágiles para esa aventura, prefieren quedarse próximas a nuestro cuero cabelludo de donde extraen su alimento.
PIOJO
Es el insecto ya maduro con capacidad para reproducirse y las hembras son las responsables de la puesta de huevos. Éstas suelen tener un tamaño algo mayor que el macho y pueden poner entre 6 – 8 huevos diarios generando más de 200 huevos a lo largo de sus vidas!
El piojo adulto es el que hábilmente va pasando de una cabeza a otra. Lo hace con mucha facilidad y rapidez, siendo necesario el contacto directo entre dos cabezas, aunque solo sea por espacio de unos segundos. Los piojos poseen 6 patas o garras especialmente diseñadas para agarrarse fuertemente al pelo y correr rápidamente a lo largo del cabello.